Chiclayo en Línea.- Tienes unos kilos demás y sospechas que puedes estar con sobrepeso, pero también te asalta la duda de estar en la categoría de obesidad. Dos expertos nos ayudan a despejar esta sospecha y a entender que cualquier intento de adelgazar siempre requerirá la ayuda de un nutricionista.
Si bien el apoyo profesional es vital cuando deseamos bajar de peso, calcular el Índice de Masa Corporal (IMC) no es algo difícil y puede hacerlo uno mismo con solo tener el peso y la talla de la persona a evaluar, explicó la médico endocrinóloga de EsSalud, Elizabeth Salsavilca.
"Si una persona mide 1 metro 53 centímetros y pesa 60 kilos deberá hacerse la siguiente operación: se multiplica 1.53 x 1.53. El resultado será 2.3. Luego debe dividirse 60 entre 2.3 y el resultado será 26.08. Ese es el Índice de Masa Corporal", comentó a la agencia Andina.
De acuerdo con la experta del hospital Alberto Sabogal de EsSalud, cuando el IMC se ubica entre 25 y 29.9 hay sobrepeso; cuando está entre 30 y 39.9 hay obesidad; y de 40 a más significa obesidad mórbida, es decir cuando suele haber una patología asociada (diabetes, hipertensión, cáncer, etc.). El caso analizado líneas arriba presenta sobrepeso.
"Mientras más obeso está el individuo, más riesgo de ser afectado por cualquier enfermedad, entre ellas el coronavirus. Eso se ha comprobado con la información de que el 85.5 % de los pacientes fallecidos por coronavirus en el Perú a lo largo de la pandemia padecía de obesidad", recordó.
Obesidad y coronavirus
La doctora Salsavilca explicó que las personas con obesidad sufren más ante el coronavirus porque la abundante grasa que hay en su cuerpo impide una correcta oxigenación de las células. "Y como sufren de falta de oxígeno, comienzan a segregar sustancias de inflamación. Eso es común en los obesos".
Cuando llega el coronavirus, continuó, las citoquinas (que deambulan por todo el torrente sanguíneo) "llaman" a otras células y entre todas tratan de eliminar al virus, pero dan una respuesta exagerada. Se destruye parte del virus pero también se destruyen muchas células y, al haber tantas células muertas, éstas inflaman la zona alveolar.
La endocrinóloga dijo que generalmente esto sucede a nivel alveolar o del pulmón, que se llenan de líquido de inflamación y por eso el paciente se ahoga. "Eso sucede en el pulmón, pero después ocurre lo mismo en otros órganos importantes como el riñón o el hígado. Cuando los órganos están dañados, ocurre la falla multisistémica, que puede llevar a la muerte".
Además, comentó que cuando una persona presenta sobrepeso u obesidad tiene el espacio intratorácico menor al de una persona con peso adecuado. “Si uno tiene menor espacio intratorácico, el pulmón no se va a expandir correctamente, lo que provocará una mala ventilación, y una reducción considerable en su saturación; por esta razón este órgano es el que más se inflama”.
En cambio, cuando una persona tiene un peso regular, no hay exceso de sustancia inflamatoria; por lo tanto, la defensa de las células no será exagerada sino acorde a la cantidad de virus que ingresa al cuerpo, no habrá exceso de líquido y la ventilación pulmonar será la adecuada.
Bajar los kilos demás no es una tarea fácil y siempre requiere la asesoría de un nutricionista porque cada caso será diferente. "No puede haber una dieta para muchas personas. Por eso, seguir lo que se dice en internet o en las revistas no es lo correcto", aseguró Antonio Castillo Carrera, decano del Colegio de Nutricionistas del Perú.
Manifestó que si bien la recomendación general para todos es comer 5 frutas y 6 vasos de agua al día, menestras 3 veces por semana, alimentos de origen animal (como sangrecita para combatir la anemia) y verduras en el almuerzo, el especialista tendrá que evaluar el estado nutricional de cada persona que desea bajar de peso.
"A un diabético no le puedo decir que coma 5 frutas al día porque ellos no pueden comer mango, uva o guanábana; son frutas con mucha azúcar y eso les haría daño. La dieta es un trabajo personalizado", insistió.
Comentó que si una persona está con sobrepeso u obesidad, el nutricionista evaluará no solo su IMC sino el porcentaje de grasas, el perímetro de la cintura, su alimentación diaria, su actividad física, entre otras cosas, y en función de esos valores, dará un tratamiento específico a través de un esquema alimentario.
"Se tiene que bajar de peso lentamente porque una disminución brusca será perjudicial para el organismo, después vienen problemas como los mareos o desmayos. La idea no es dejar de comer sino comer saludablemente", subrayó.
Sobre el particular, la doctora Salsavilca comentó que la familia debe colaborar con el obeso o la persona con sobrepeso. "Muchas veces pasa que se reduce o elimina el arroz al que quiere bajar de peso, pero el resto de la familia sigue comiendo; se prepara una olla con arroz. Entonces, al haber arroz, el paciente tendrá la tentación de servirse y arruinará la dieta. La familia debe ayudar porque uno de sus integrantes está con más riesgo". (Fuente Andina)
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