Chiclayo en Línea.- La emergencia sanitaria provocada por el COVID-19 no solo ha reavivado la discusión sobre la desigualdad de acceso a un sistema de salud básico sino también ha resaltado el trabajo que realizan los pequeños agricultores para lograr abastecer de alimentos a las grandes ciudades en todo el mundo. Actualidad Ambiental conversó con el asesor e investigador, Manuel Ruiz Muller, sobre este escenario y alternativas que desde el Gobierno se deben implementar en un corto a mediano plazo.
La seguridad alimentaria, explica el especialista, implica que todas las personas pueden tener acceso en todo momento a alimentos suficientes, seguros y nutritivos para cubrir sus necesidades básicas. Se considera que en el Perú la agricultura familiar representa el 97% del total de las más de 2.2 millones de Unidades Agropecuarias; y, en algunos departamentos del país, esta tasa asciende a casi el 100%. Asimismo, agrega que en la agricultura familiar laboran más de 3 millones (83%) de los 3.8 millones de trabajadores agrícolas, según datos del último Censo Nacional Agropecuario del 2012. Por estas razones, es crucial que la coyuntura se piense también en el pequeño agricultor.
“El pequeño agricultor y la agricultura familiar son parte de estos actores históricamente olvidados en el Perú, pese a jugar un rol fundamental en garantizar esta seguridad alimentaria. Pensemos que el 80% de los alimentos que consumen los peruanos, especialmente en las ciudades, proviene de los pequeños agricultores. Estos pequeños agricultores alimentan al Perú y al mundo“, indicó Manuel Ruiz.
El debate sobre la importancia de la seguridad alimentaria cada día se fortalece. El pasado 31 de marzo la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) solicitó a la Organización de las Naciones para la Alimentación y la Agricultura (FAO-ONU) que realice un estudio sobre el impacto del COVID-19 en la seguridad alimentaria de América Latina y el Caribe. Para Manuel Ruiz este escenario, además, nos da la oportunidad de generar políticas e implementar medidas a favor del pequeño agricultor que les permita continuar asegurando la seguridad alimentaria.
“Mucha de esta pequeña agricultura, pese a su importancia, […] es también una actividad informal. Muchas veces las ayudas que están siendo implementadas por el Gobierno y en muchos lugares tienden a soslayar su importancia y no necesariamente esas ayudas llegan. Hay que proveerlos (a los agricultores) de mayores oportunidades de llegar a los mercados, regionales, nacionales y, por qué no, internacionales. Además, garantizar a estos agricultores, y a las comunidades a las que pertenecen, sistemas básicos y de salud“, agregó Ruiz Muller.
“Si bien vemos un incremento y apoyo a la agricultura industrial, intervención del sector privado y que está bien, vemos este progreso, pero vemos esta situación todavía muy precaria de estos actores. La primera acción es política. Este sector importante de la sociedad debe ser atendido. Y esto se tiene que dar de forma inmediata. Esta situación de una pandemia pone en relieve esto de manera más clara“, finalizó Ruiz. (Tomado de https://www.actualidadambiental.pe/)
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