Chiclayo en Línea.- Un rotundo rechazo a la vacancia inconstitucional que promovió el Congreso y que desencadenó en la crisis social y política que dejó como saldo la muerte de los jóvenes universitarios: de Inti Sotelo y Bryan Pintado .
La República grafica en un informe que nueve de cada diez peruanos rechaza la decisión de los 105 congresistas que aprobaron la vacancia del ahora expresidente Martín Vizcarra, según la última encuesta nacional del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), estudio elaborado del 12 al 15 de noviembre, mediante llamadas telefónicas, con un margen de error de ± 3.9 puntos.
A la pregunta: ¿Usted aprueba o desaprueba que el Congreso haya vacado al presidente Vizcarra?, un 91% de encuestados manifestó su desaprobación, mientras que solo un 8% aprueba dicha decisión.
Una decisión ilegítima
En opinión de la politóloga Paula Távara, el rechazo y la falta de legitimidad de la vacancia se advirtió desde el primer día en que se tomó la decisión. “Las movilizaciones nos mostraban ya ese rechazo”, apunta, al tiempo de señalar que el resultado de la encuesta lo ratifica.
De hecho, la desaprobación a la vacancia es mayor en los jóvenes (94%); mientras que un análisis más detallado desde el enfoque de género evidencia que fueron las mujeres donde el rechazo es mayor (93%), con respecto a los varones (88%).
Ahora bien, Paula Távara vincula el rechazo general a la destitución del presidente con otra de las cifras que arroja el estudio del IEP: un 83% cree que la decisión de la vacancia se dio por los intereses políticos o personales de los congresistas.
“Es decir, un 83% no cree que la vacancia haya sido producto de un interés real del Congreso en la lucha contra la corrupción, sino por otro tipo de intereses”, apunta Távara.
Por otro lado, un 78% atribuye toda la crisis política de la última semana directamente al Parlamento, esto en contraste con el discurso de legisladores de bancadas como Acción Popular o Alianza Para el Progreso (APP) que de manera insistente repetían que la crisis lo había generado Martín Vizcarra.
Al contrario, solo un 11% de encuestados considera que haya responsabilidad de Vizcarra en esta crisis.
“Que un 78% le atribuya esta crisis política al Congreso no hace más que deslegitimar aún más a este poder del Estado”, reflexiona Paula Távara.
Congreso desacreditado
Otro aspecto revelador de la encuesta del IEP es que la desaprobación a la gestión del Parlamento se ha disparado entre los meses de octubre y noviembre.
Si en octubre la desaprobación al Congreso era del 65%, para noviembre se incrementó a un 90%, situación que es muy riesgosa para la democracia, en opinión de la politóloga y especialista en estudios parlamentarios Katherine Zegarra.
“Eso es bastante peligroso, porque según el Barómetro de las Américas de LAPOP, los peruanos seguimos siendo los primeros en la lista en cuanto a apoyo a un eventual golpe del Ejecutivo, es decir, que el Ejecutivo tome medidas como el cierre el Congreso en determinadas situaciones”, expresa.
Según advierte, un nivel mayor de desaprobación hacia el Congreso da pie a que nuevos actores políticos puedan incorporar en la agenda pública y electoral el tema del cierre del Parlamento. “Algunos actores antidemocráticos podrían tener un mayor respaldo al tener un Parlamento tan desaprobado en nivel de aceptación”, apunta Zegarra.
Por otro lado, según el estudio del IEP, el porcentaje de peruanos que creen que este Congreso es peor que el anterior disuelto es mayor en noviembre.
Si para octubre solo un 23% consideraba que el actual Congreso era peor, ahora el porcentaje se ha incrementado a 56%.
Katherine Zegarra recuerda que el actual Legislativo tuvo una suerte de luna de miel entre los meses de abril y junio, cuando la aprobación y desaprobación se dividían casi en un 50%.
“La desaprobación empezó a subir porque han estado aprobando proyectos a media noche y terminaron eligiendo presidente a Manuel Merino, un personaje poco representativo. La decisión fue vista como una repartija de poder, en medio de una crisis; eso fue disparador para llegar a esta desaprobación”, indica.
En contraste, Martín Vizcarra cierra su mandato con un nivel de aprobación del 77%. Es decir, 17 puntos más con respecto a octubre.
Mayor participación
Finalmente, la encuesta revela un mayor interés en la política. Hay un 60% de personas que tienen mucho o algo de interés. Según Paula Távara, esto supone dos respuestas, en términos de institucionalidad: desde el Estado, abrir espacios o mesas de diálogo para recoger sus necesidades; y desde los partidos, involucrar más a la ciudadanía y a los jóvenes si desean tener una auténtica legitimidad.
Renovar la política, en serio
Patricia Zárate, IEP - Jefa de Estudios de Opinión
El expresidente Vizcarra fue vacado por un Congreso que tenía 65% de desaprobación, que llegó a 90% luego de la vacancia. No sorprende que la gente no se quedara tranquila. Sobre todo, jóvenes medianamente informados, con mayor nivel educativo y uso de nuevas formas de comunicación como las redes sociales. El manejo de información es clave, esta crisis también nos ha mostrado que cuando no se tiene legitimidad y poder de convocatoria, un gabinete apoyado por los trolls o grupos extremistas conservadores no tiene asidero.
Tenemos nuevos actores, ni los gremios ni las agrupaciones políticas convocaron la protesta, la indignación fue espontánea y se canalizó con la ayuda de las redes sociales. Lo más triste, la muerte de dos jóvenes comprometidos; lo esperanzador, el aumento de la participación y el interés en la política. Un 37% protestó de diversas maneras (en Perú nunca se pasó de 15% de participación en protestas según datos de LAPOP) y 60% está interesado en política (75% entre los jóvenes). Es más, por primera vez en muchos años, la política vuelve a estar en el centro de las preocupaciones: 34% de los encuestados afirma que la política es el principal problema del país, le sigue la economía con 23%.
Falta un paso más que es necesario renovar: la representación política, 65% dice que ningún partido lo representa y 60% que ningún líder político lo hace. Esto no solo pasa por las elecciones (siempre se puede votar por el mal menor y esa no es la solución), es algo que requiere ser reconstruido, y este es quizá uno de los pendientes más importantes de cara al Bicentenario.(Escrito por Wilber Huacasi – La República)
Comentarios