Chiclayo en Línea.- El defensor del Pueblo, Walter Gutiérrez, indicó que referéndum del domingo último ha dado dos señales, de modo firme y claro, respecto a la necesidad de una reforma de la justicia y de instituciones políticas.
Precisó que si se actúa con celeridad, la Junta Nacional de Justicia podría instalarse en mayo del 2019.
–¿Cómo toma la Defensoría del Pueblo los resultados del último referéndum?
–Es un mensaje firme y claro de la ciudadanía sobre dos aspectos, el primero en lo referido a la reforma de la justicia, la aprobación de la Junta Nacional de Justicia (JNJ) es el primer paso, muy importante, de un camino que todavía hay que señalar y recorrer. No será de la noche a la mañana. Lo otro es un mensaje a la clase política. Hay una demanda de reforma de las instituciones políticas. Son dos señales que el referéndum ha dado de modo claro y firme.
–La JNJ, a cuya implementación está vinculada la Defensoría, ¿cómo cree que cambiará la justicia?
–Si hacemos las cosas bien, el cambio será cualitativo. Le pongo dos ejemplos, el CNM no podía implementar sanciones menores porque la ley no lo permite; la sanción menor la daba el Poder Judicial y sucede que durante estos años han sancionado con amonestación y multa a los vocales supremos; eso era prácticamente inoperativo. Hoy, la JNJ podrá destituir y dar sanciones menores, con lo cual adquiere más importancia y fuerza.
El CNM, cuando designaba jueces, no tenía por qué hacer explícito ni motivar su voto, era secreto, como elegir al papa; ahora, la JNJ debe ser transparente y motivar sus decisiones. Además, la JNJ se constituye basándose en la meritocracia y los magistrados se eligen también por meritocracia.
–La implementación de la JNJ, aprobada en referéndum, requiere de leyes previas, ¿se necesita actuar con celeridad en este caso?
–Sí, la Comisión Especial tiene siete miembros, solo conocemos a cinco; dos de las universidades aún no han sido elegidos; ¿cómo se eligen?, ¿con qué votación? Todo el procedimiento tiene que desarrollarse mediante una ley orgánica de la comisión, pero también se necesita una ley orgánica de la JNJ.
Hay que aprobar esa norma y eso va a demorar, seguro, algunas semanas porque hay que cumplir con los procedimientos que el Tribunal Constitucional ha señalado.
–Todo depende del Congreso, entonces…
–No necesariamente; es verdad que el mayor peso en esta etapa está en el Congreso, de eso no hay duda, pero tampoco hay que atropellarnos. Hay que hacerlo a buen ritmo, sin pausa, pero sin atropellarse.
–¿Cuándo estima que podría instalarse la JNJ, si en enero se aprueban las leyes que se necesitan?
–Una vez aprobada y promulgada la ley, al día siguiente empiezan a correr los 90 días de plazo para designar a los integrantes de la JNJ. Me parece que antes de esos 90 días tranquilamente podríamos tener a los integrantes en un proceso participativo, transparente y meritocrático.
–Entonces, ¿habría JNJ en junio del 2019?
–Yo pienso que antes, si hacemos las cosas con celeridad, podemos tomar marzo, abril y mayo para la designación, y en mayo tranquilamente podría estar instalada la JNJ.
–El otro mensaje claro del referéndum ha sido a la clase política, ¿cómo el Congreso debería leer las reformas políticas?
–Me parece fundamental que haya habido respaldo importante sobre el financiamiento a los partidos políticos y la sanción administrativa, civil y penal del financiamiento ilegal; ahí hay un mandato. Al aprobarse esta reforma, el Congreso tiene que crear el tipo penal de financiamiento ilegal; por lo tanto, también habrá que dar una ley de desarrollo con sanción administrativa, civil y determinar el tipo penal. Esto es un mensaje de la ciudadanía respecto a la necesidad de la transparencia en las organizaciones políticas.
–Y en la no reelección, ¿cuál es el mensaje?
–En eso tengo una opinión distinta a la mayoría, ahora lo puedo decir. Creo que hubiera sido preferible que se autorizara la reelección porque crear un verdadero legislador demora tiempo, el acto legislativo, la técnica legislativa, cómo se elabora una ley de presupuesto hay que conocerlo, no se aprende de la noche a la mañana. El acto de poder más importante del Estado es el acto legislativo y lo estamos dejando cada cinco años en gente nueva; eso me preocupa, pero se ha votado y se aprobó.
–En lo que corresponde al financiamiento privado a los partidos, ¿cómo deben darse las leyes para implementar esta reforma en el Congreso, considerando que varios partidos están investigados por financiamiento a sus campañas?
–Primero, debe abrirse un amplio debate, no puede haber apresuramiento en esto como en la JNJ, no veo la urgencia de dar leyes como la que se acaba de dar. Segundo, este es un debate técnico porque tiene que ver precisamente con algo que en el Perú no terminan de ponerse de acuerdo: qué es lavado de activos. Debe haber transparencia, un debate técnico y muy participativo; eso motivará una norma de desarrollo que es la tipificación de este delito. El mensaje es este: se ha constitucionalizado el delito de financiamiento ilegal y eso no es poca cosa, se elevó a estatus constitucional un delito.
Es importante que el país tenga un Congreso con dos cámaras
–Usted está a favor del retorno a la bicameralidad, si bien la reforma no ha tenido un respaldo, ¿hay condiciones para insistir en este debate?
–Es importante que el país tenga dos cámaras porque el principal acto de poder del Estado es el acto legislativo, es decir, de dar normas, y eso está en manos de una sola cámara. Una ley a veces se exonera de comisiones, de la segunda votación, no hay participación, no hay debate, los ciudadanos nos enteramos porque un día sale en los medios una ley. Eso sucede fundamentalmente porque no hay dos cámaras.
–¿Cómo cambiaría el trabajo legislativo con dos cámaras?
–Con dos cámaras no hubiera pasado la ley de publicidad estatal, de financiamiento ilegal, hay muchas razones por las cuales una segunda cámara, desde el punto de vista económico, es preferible. Esa norma ha tenido que llegar al Tribunal Constitucional y la Defensoría del Pueblo presentó un amicus, también los medios y las autoridades, todo el gasto que se ha hecho para que finalmente la ley quede en nada. Si hubiera existido una segunda cámara que detuviera la posibilidad de tener esa ley, cosas como esas serían más improbables que se den. Me parece que es muy importante que haya bicameralidad; hemos perdido una oportunidad, pero este debate puede retomarse.(Entrevista por Flor Huilca- Andina)
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