Chiclayo en Línea.- Un nuevo premio nacional y reconocimiento público obtuvo el Fondo de Cooperación para el Desarrollo Social, Foncodes, programa nacional del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, MIDIS. Se trata del IV Concurso “Buenas Prácticas Interculturales en Gestión Pública 2017.
La iniciativa “Siembra y cosecha de agua. Una experiencia exitosa de integración intercultural de prácticas ancestrales de uso y conservación del agua en la asistencia técnica del proyecto Haku Wiñay/Noa Jayatai, con fines de mejorar medios de vida de familias campesinas en pobreza del NEC Cotaruse en Apurímac” ganó el IV Concurso Nacional Buenas Prácticas Interculturales en Gestión Pública 2017 en la categoría Servicios Públicos y Programas Sociales.
Esta intervención de Foncodes fue elegida entre las 73 postulaciones admitidas al concurso en las categorías Servicios públicos y programas sociales; Educación; Salud; Fomento de la identidad étnica-cultural; y Lucha contra el racismo y la discriminación étnico-racial.
Federico Tong Hurtado, director ejecutivo de Foncodes, recibió el premio de manos de los organizadores. “Agradezco -dijo- al Ministerio de Cultura por esta iniciativa de los concursos en temas de interculturalidad, importante para el desarrollo del país. Foncodes -acotó- trabaja con un enfoque de interculturalidad en todos sus proyectos, involucrando a familias de comunidades rurales.
El certamen anual es organizado por el Ministerio de Cultura. La ceremonia de premiación se realizó anoche en el auditorio Los Incas del Museo de la Nación, en Lima.
De este modo el Estado peruano reconoce y valora la iniciativa desarrollada por el proyecto Haku Wiñay de Foncodes que tiene el propósito de desarrollar capacidades productivas y emprendimientos rurales en hogares en pobreza y pobreza extrema en el marco de la estrategia de inclusión económica y de lucha contra la pobreza.
Los hogares de las comunidades alto-andinas del distrito Cotaruse -provincia de Aymaraes, Apurímac- quienes se dedican a la crianza de camélidos y cultivos nativos, enfrentan un deterioro importante en su recurso agua por efecto de los cambios en los patrones de precipitación e incremento de temperaturas, que también es el resultado del desarrollo de actividades de sobrepastoreo, deforestación, quema de pastos, lo cual viene afectando las actividades económico-productivas, los ingresos y su calidad de vida.
En este contexto, los hogares usuarios desarrollaron acciones colectivas para incrementar la retención y recarga hídrica de los acuíferos de la zona. Promovió la construcción de pequeñas qochas (reservorios) a nivel comunal mediante concursos entre grupos de familias, lo que determinó mejores prácticas locales y se aprovechó saberes tradicionales.
Así fue que se incrementaron las infiltraciones del agua en la tierra y se redujeron las escorrentías (agua de lluvias que se pierden), mejorando con ello la disponibilidad del recurso hídrico. El trabajo tuvo el apoyo del Programa de Adaptación al Cambio Climático PACC PERÚ.
Son 197 familias usuarias del proyecto Haku Wiñay que lograron habilitar y mejorar 112 sistemas integrales de siembra y cosecha de agua y generar una reserva de 411 mil 700 metros cúbicos de agua almacenada en minipresas o qochas rústicas para el riego de cultivos y mejora de pastos naturales en las comunidades de Quellopampa, Quilcaccasa y Pisquiccosa, entre otras, del distrito de Cotaruse.
El enfoque intercultural estuvo presente este proyecto con los yachachiq o talentos rurales que brindaron asistencia técnica y capacitación en forma grupal e individualizada, casa por casa, en idioma nativo y respetando las culturas locales de las cuales también forman parte.(NP)
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