Chiclayo en Línea. – El incremento de lluvias en distintas zonas del país podría desencadenar desbordes de ríos o huaicos, eventos que no solo afectarían directamente a las empresas prestadoras de saneamiento sino a la población, tal como ocurrió en el 2017 cuando Lima sufrió la restricción de agua por cinco días.
A fin de que el desabastecimiento no se repita, la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass) implementó un sistema de alerta para informar a las 50 empresas prestadoras (EP) del país sobre el riesgo ante la ocurrencia de lluvias intensas y huaicos que puedan afectar el servicio de agua potable.
En el verano del 2017, las lluvias torrenciales y el desborde de los ríos llenaron de lodo y dañaron la planta de tratamiento de agua potable de La Atarjeta, lo que obligó a Sedapal a restringir el servicio en la capital.
Por ello la Sunass presentó hoy el Centro de Análisis y Monitoreo de la Información del Agua Potable “Cami Yaku”, en el cual se observa qué regiones tienen mayor probabilidad de sufrir precipitaciones.
Estos indicadores se actualizan todos los días con los pronósticos que se obtienen a través del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi), informó a la agencia Andina Fernando Chiock, especialista en Gestión de Riesgos y Adaptación al Cambio Climático de la Sunass.
“A través de este sistema, buscamos compartir información para que las empresas prestadoras estén alertas y preparadas, las 24 horas y 7 días de la semana, ante alguna incidencia que afecte la infraestructura de saneamiento. El objetivo es que las empresas puedan mitigar los impactos y responder ante una situación de desabastecimiento de agua potable”, subrayó.
¿Cómo afectan las lluvias?
Las lluvias intensas pueden desencadenar diferentes peligros, como la activación de quebradas, crecidas de los ríos, inundaciones o mayor erosión. Estas situaciones dificultan el proceso de tratamiento del agua potable, al llegar con lodo y piedras a la captación, lo que hace más complejo el proceso de potabilización y obliga las EP a cerrar sus compuertas y racionar el servicio de agua potable.
“Lo que promovemos desde la Sunass es que las empresas conozcan cuáles son los riesgos a los que están expuestas las infraestructuras y que adopten medidas. Es muy importante que estas acciones se gestionen junto a los gobiernos locales y regionales y que trabajen como aliados, para dar respuestas rápidas en favor de los ciudadanos”, añadió Chiock.
Medidas preventivas
La Sunass advirtió a las empresas, a través del oficio N.º 002-2023-SUNASS-DAP, que adopten medidas de preparación ante posibles emergencias. Se les solicitó un informe sobre la infraestructura expuesta, los efectos para la prestación de los servicios de saneamiento, la cantidad de usuarios que podrían verse afectados y el estado de sus planes de contingencia.
Las empresas prestadoras tienen la obligación de activar sus planes de contingencia para abastecer a la ciudadanía de agua potable ante emergencias o desastres.
Lo importante es que ante estas situaciones el servicio de agua potable no se vea interrumpido y, si ocurre, que las empresas abastezcan a la población con camiones cisterna u otros medios alternos, en caso estas sean prolongadas. "Nosotros verificamos que estas acciones se cumplan hasta la reparación de los sistemas", informó Chiock.
Dato
La Sunass incluyó en los estudios tarifarios de las empresas prestadoras la conformación de reservas para la Gestión del Riesgo de Desastres (GRD) y Adaptación al Cambio Climático (ACC), que les permitan reducir los riesgos, prepararse y responder ante emergencias o desastres.
A través de la tarifa, las empresas recaudarán más de S/185,8 millones para implementar los procesos de la gestión del riesgo de desastres que les permitan reducir los riegos a los que están expuestos los servicios, estar preparados y responder ante las emergencias. (Andina)
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