Chiclayo en Línea.- Este martes 20 de julio es una fecha especial para Lambayeque. Se conmemoran 34 años del histórico hallazgo arqueológico de la tumba intacta del Señor de Sipán, un descubrimiento que cambio radicalmente los conocimientos que se tenía sobre las antiguas culturas peruanas.
Ante tal especial acontecimiento el Museo Tumbas Reales de Sipán y el Museo de Sitio Huaca Rajada–Sipán han organizado diversas actividades académicas, recreativas, informativas e interactivas virtuales.
Este año, ante la emergencia sanitaria que aún afronta el Perú, el museo se encuentra temporalmente cerrado, por lo que, se ha programado la realización de diversas actividades a través de las plataformas virtuales del museo y del Ministerio de Cultura.
Mañana martes 20 se desarrollará el foro virtual: “Sipán en el Bicentenario 34 años de aporte al Perú”, con la participación de 10 reconocidos arqueólogos, investigadores y especialistas en el ámbito cultural, en 5 mesas de diálogo, donde participarán los protagonistas del descubrimiento de la tumba intacta del Señor de Sipán como son los arqueólogos Walter Alva y Luis Chero Zurita.
En este foro se presentarán temas como los aportes de Sipán a la investigación arqueológica en el Perú, los aportes en la conservación de bienes culturales, la protección del patrimonio cultural inmueble y en el desarrollo social y turístico. Se efectuará del 20 al 22 de julio y serán trasmitidos por el Facebook del museo.
Este certamen virtual tendrá como invitados especiales a Peter Kaulicke, arqueólogo alemán radicado en el Perú, profesor fundador de la especialidad de Arqueología en la Pontificia Universidad Católica del Perú; Alberto Martorell, de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Ica; y Carlos Osores, de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Lambayeque.
Participarán virtualmente el arqueólogo Anaximandro Núñez, del Museo de Sitio de Huaca Rajada Sipán; y los arqueólogos Edgar Bracamonte, Ernesto Zavaleta e Ingrid Colorado, del museo Tumbas Reales de Sipán; y Luis Urbina, representante de la Municipalidad de Zaña.
Así como Vania Távara del Patronato de Sipán y Rosse Marie Esparza, de la Universidad Santo Toribio de Mogrovejo; Diana Guerra, de la Pontificia Universidad Católica del Perú; y Estefany Mío, del museo Tumbas Reales de Sipán.
Como parte de las actividades de conmemoración de los 34 del descubrimiento de Señor de Sipán, se realizará la presentación de una revista virtual.
Asimismo, un concurso para un tour de lujo para 10 personas, los ganadores serán recibidos y guiados por las diferentes salas y vitrinas por los descubridores de la tumba del Señor de Sipán, arqueólogos Walter Alva y Luis Chero Zurita.
La historia del descubrimiento
En febrero de 1987, un grupo muy pequeño de arqueólogos, encabezado por Walter Alva, Luis Chero Zurita y Susana Meneses hacían los primeros intentos para instalar un campamento.
Las excavaciones comenzaron en abril de ese año y a fines de julio se registró el más grande descubrimiento, se trataba del enterramiento más rico de américa y el primero que se encontraba de un gobernante moche en la pirámide de Huaca Rajada, era la tumba del Señor de Sipán, la primera de las 16 tumbas de la realeza mochica que ha encontrado el proyecto a lo largo de estos 34 años.
Este descubrimiento se produjo el 20 de julio de 1987, los arqueólogos asombrados ante el hallazgo de una sociedad antigua y olvidada por sus predecesores moches, la enigmática tumba del guerrero moche con los pies cortados, símbolo de la vigilancia perpetúa, auguraba que se escondía algo más y que seguramente este guerrero vigilaba.
Las conjeturas con el transcurso de los días se hacían certezas, cuando en el proceso de la excavación a unos metros más de profundidad estaba lo que celosamente se cuidó y protegió a lo largo de estos años, una cámara funeraria de 25 metros cuadrados.
La sorpresa fue enorme cuando el arqueólogo Walter Alva, quien dirigía las excavaciones, halló la primera orejera de oro, la cual poseía una efigie de oro, que mide apenas 6.2 cm. y representa un jefe guerrero Mochica vestido con túnica de turquesa, una corona semilunar sobre la cabeza y un adorno móvil en la nariz.
Minúsculas cabezas de búho cuelgan de su cuello y sonajeros de su cinturón. El brazo derecho sujetaba un mazo de guerra y el antebrazo izquierdo el diminuto escudo. Esta delicada imagen correspondía a la parte central de una orejera circular de oro, colocada a ambos lados del cráneo., la mirada fija de esta imagen parecía decir “que esperaban este hallazgo”. Las excavaciones continuaron, los restos de oro, plata cuenta de la magnitud que tenía este descubrimiento para nuestra historia.
Este descubrimiento marca un hito en las investigaciones arqueológicas de todo el mundo. Es considerada entre los grandes descubrimientos del siglo XX. (Andina)
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