Chiclayo en Línea.- El año 2020 nos dejará con cifras realmente alarmantes, 4.5 millones de personas caerán en la pobreza, la pobreza monetaria se incrementará a 39.9% un aumento de 1.2 millones caerán en la pobreza monetaria. En zonas rurales se incrementará de 48.3 % a 62.3 % y la pobreza extrema llegará al 9.5% es decir, 974,000 personas, mas de 1 millón de niños, niñas y adolescentes caerán en la pobreza y 500 en la pobreza extrema (fuente UNICEF).
Si la reactivación económica durante el 2021 de acuerdo al estimado del BCR y el MEF la pobreza monetaria podría reducirse de 39.9 a 32.1 %. La pobreza urbana de 32.2 % a 24.3% y la rural de 62.3 % o 33.8 %; la pobreza extrema de 9.5% a 5.6% es decir, estaremos en los porcentajes de hace una década (2010).
El incremento de la violencia hacia las mujeres es otro importante hito que nos deja el año 2020, entre enero y octubre 79,200 mujeres han sido víctimas de abuso, de ellas 16,060 son niñas y adolescentes de las cuales 5,808 fueron víctima de violencia sexual y 4,226 de violencia física y 6,026 de violencia psicológica. Se habían reportado 111 casos de feminicidios y más de 200 tentativas por el mismo delito.
Este drama lo tendremos que afrontar implementando un presupuesto especifico para los temas de violencia y las municipalidades deben priorizar el rol de las Demunas.
La seguridad ciudadana, anemia y desnutrición que totaliza 4.5 millones de personas con inseguridad alimentaria severa, la anemia llegaría al 48% de la población infantil menor de 5 años y la desnutrición al 18%.
Debería de implementarse para reducir la anemia y desnutrición los bonos alimentarios a la población realmente vulnerables, apoyo a los municipios para entrega de alimentos a comedores populares y ollas comunes implementando programas de capacitación para su sostenibilidad y uso nutricional de los alimentos que se distribuyan. La empresa privada deberá seguir jugando un rol importante en la producción y distribución de los alimentos.
El ministerio de Educación estimó 300,000 alumnos, es decir, 15% de la población desertora y 110,000 de educación básica se trasladarán de escuelas privadas a públicas. A nivel nacional solo 40% de hogares tiene acceso a internet y solo el 5.6% de la población rural tiene acceso a internet. Los programas Aprendo en Casa según la Red de Municipalidades Urbanas y rurales del Perú (REMURPE) de 500 gobiernos 462 tienen dificultades y 268 provincias de zonas rurales. El 75% de las deserciones son por causas económicas y 12% por problemas familiares.
Se tendrá que emendar durante el 2021 la provisión de Tables, mejorar la conectividad especialmente en zonas rurales (TV, radio o internet) apoyo económico para evitar el problema de las deserciones y revisión de los programas a distancia con la debida capacitación a los nuestros sobre todo en zonas bilingües.
En lo político nos espera un proceso electoral donde se eliminaron las fuerzas políticas en pugnas para ir a una confrontación final que proclame al nuevo presidente que regirá los destinos del país del 2021 al 2026 seguramente con un legislativo fragmentado lo que inducirá a un ejecutivo muy débil que lo obligara a desplegar negociaciones muy difíciles de unir a las fuerzas democráticas progresistas para gobernar con un relativo éxito político.
En este periodo de transición el gobierno deberá priorizar el tema de salud consiguiendo iniciar las vacunaciones masivas a las poblaciones vulnerables y a extender las redes de servicios médicos en forma descentralizada y el sometimiento focalizado del confinamiento en los lugares estratégicos.
La búsqueda de empleo será otro de los temas que deberá abordarse en forma inmediata especialmente en la población juvenil y otorgándose créditos a tasas y plazos razonables para las Pymes independientes.
En nuestro comercio interregional busquemos de mejorar la infraestructura y la logística para ir creando cadenas de valor regional especialmente en nuestros vecinos más cercanos, Chile, Bolivia, Brasil y Ecuador. Mantener el incremento de la inversión pública en los proyectos en marcha, reconstrucción el norte con el apoyo del gobierno británico, formalizar la refinería de Talara, iniciar Chavimochic III, Línea del Metro, Majes Siguas, e impulsar los proyectos privados de los puertos de Chancay y San Martín, inversiones mineras, especialmente Quellaveco, Minera Justa. Reforzamiento de la conectividad de fibra óptica y el impulso de las obras de agua y saneamiento en las diferentes regiones del país.
Licitar el tren de cercanías, las ferrovías hacia Bolivia desde el puerto de Ilo o Matarani e impulsar el apoyo al agro familiar. Tareas indispensables para que las proyecciones de crecimiento del PBI sean certeras y se pueda paliar el descenso del año 2020 que hizo retroceder en una década.
Finalmente abordamos el 2021 con una coyuntura crucial en lo social en el país, hemos enfrentado décadas de imposiciones, menos que acuerdos y hoy vivimos estos últimos meses de movimientos sociales que rechazan el pacto social con desigualdad, es momento que las élites asuman su rol histórico como lo describía José Carlos Mariátegui de clase dirigente y no contentarse con operar como clase dominante.
Debemos terminar con la fantasía económica de ser eficientes solo en la macroeconomía y se siga con la ineficacia de sectores importantes que el Estado no hace funcionar. Debemos entender que los derechos sociales no se pueden abolir y que tarde o temprano deberá existir la justicia económica que pasa por rechazar el principio de seguir creciendo económicamente y no saber gastar el dinero público para mejorar la vida de la gente en educación, salud, agua y saneamiento, conectividad, etc. Siempre se privilegia crecer, pero nunca gastar, priorizar el modelo, la economía, la confianza en la inversión. Sin embargo, hemos tenido uno de los más bajos ratios de presión tributaria de Latinoamérica que ha impedido el gasto público en lo que demanda la mayoría de la población peruana, es decir, adecuada infraestructura y servicios públicos: agua, luz, salud, educación, conectividad, etc.
• El 2021 es importante porque cumplimos el Bicentenario de nuestra independencia y no nos deben negar el grito de ¡Somos libres, seámoslo siempre! en nuestra patria aproximándonos a mas equidad a mas justicia social a mas unión, en esta tarea están las nuevas generaciones de jóvenes que así lo han expresado libremente: sí a la democracia con derechos sociales. (Por:
Salomón Lerner Ghitis – Otra Mirada.pe)
El año 2020 nos dejará con cifras realmente alarmantes, 4.5 millones de personas caerán en la pobreza, la pobreza monetaria se incrementará a 39.9% un aumento de 1.2 millones caerán en la pobreza monetaria. En zonas rurales se incrementará de 48.3 % a 62.3 % y la pobreza extrema llegará al 9.5% es decir, 974,000 personas, mas de 1 millón de niños, niñas y adolescentes caerán en la pobreza y 500 en la pobreza extrema (fuente UNICEF).
Si la reactivación económica durante el 2021 de acuerdo al estimado del BCR y el MEF la pobreza monetaria podría reducirse de 39.9 a 32.1 %. La pobreza urbana de 32.2 % a 24.3% y la rural de 62.3 % o 33.8 %; la pobreza extrema de 9.5% a 5.6% es decir, estaremos en los porcentajes de hace una década (2010).
El incremento de la violencia hacia las mujeres es otro importante hito que nos deja el año 2020, entre enero y octubre 79,200 mujeres han sido víctimas de abuso, de ellas 16,060 son niñas y adolescentes de las cuales 5,808 fueron víctima de violencia sexual y 4,226 de violencia física y 6,026 de violencia psicológica. Se habían reportado 111 casos de feminicidios y más de 200 tentativas por el mismo delito.
Este drama lo tendremos que afrontar implementando un presupuesto especifico para los temas de violencia y las municipalidades deben priorizar el rol de las Demunas.
La seguridad ciudadana, anemia y desnutrición que totaliza 4.5 millones de personas con inseguridad alimentaria severa, la anemia llegaría al 48% de la población infantil menor de 5 años y la desnutrición al 18%.
Debería de implementarse para reducir la anemia y desnutrición los bonos alimentarios a la población realmente vulnerables, apoyo a los municipios para entrega de alimentos a comedores populares y ollas comunes implementando programas de capacitación para su sostenibilidad y uso nutricional de los alimentos que se distribuyan. La empresa privada deberá seguir jugando un rol importante en la producción y distribución de los alimentos.
El ministerio de Educación estimó 300,000 alumnos, es decir, 15% de la población desertora y 110,000 de educación básica se trasladarán de escuelas privadas a públicas. A nivel nacional solo 40% de hogares tiene acceso a internet y solo el 5.6% de la población rural tiene acceso a internet. Los programas Aprendo en Casa según la Red de Municipalidades Urbanas y rurales del Perú (REMURPE) de 500 gobiernos 462 tienen dificultades y 268 provincias de zonas rurales. El 75% de las deserciones son por causas económicas y 12% por problemas familiares.
Se tendrá que emendar durante el 2021 la provisión de Tables, mejorar la conectividad especialmente en zonas rurales (TV, radio o internet) apoyo económico para evitar el problema de las deserciones y revisión de los programas a distancia con la debida capacitación a los nuestros sobre todo en zonas bilingües.
En lo político nos espera un proceso electoral donde se eliminaron las fuerzas políticas en pugnas para ir a una confrontación final que proclame al nuevo presidente que regirá los destinos del país del 2021 al 2026 seguramente con un legislativo fragmentado lo que inducirá a un ejecutivo muy débil que lo obligara a desplegar negociaciones muy difíciles de unir a las fuerzas democráticas progresistas para gobernar con un relativo éxito político.
En este periodo de transición el gobierno deberá priorizar el tema de salud consiguiendo iniciar las vacunaciones masivas a las poblaciones vulnerables y a extender las redes de servicios médicos en forma descentralizada y el sometimiento focalizado del confinamiento en los lugares estratégicos.
La búsqueda de empleo será otro de los temas que deberá abordarse en forma inmediata especialmente en la población juvenil y otorgándose créditos a tasas y plazos razonables para las Pymes independientes.
En nuestro comercio interregional busquemos de mejorar la infraestructura y la logística para ir creando cadenas de valor regional especialmente en nuestros vecinos más cercanos, Chile, Bolivia, Brasil y Ecuador. Mantener el incremento de la inversión pública en los proyectos en marcha, reconstrucción el norte con el apoyo del gobierno británico, formalizar la refinería de Talara, iniciar Chavimochic III, Línea del Metro, Majes Siguas, e impulsar los proyectos privados de los puertos de Chancay y San Martín, inversiones mineras, especialmente Quellaveco, Minera Justa. Reforzamiento de la conectividad de fibra óptica y el impulso de las obras de agua y saneamiento en las diferentes regiones del país.
Licitar el tren de cercanías, las ferrovías hacia Bolivia desde el puerto de Ilo o Matarani e impulsar el apoyo al agro familiar. Tareas indispensables para que las proyecciones de crecimiento del PBI sean certeras y se pueda paliar el descenso del año 2020 que hizo retroceder en una década.
Finalmente abordamos el 2021 con una coyuntura crucial en lo social en el país, hemos enfrentado décadas de imposiciones, menos que acuerdos y hoy vivimos estos últimos meses de movimientos sociales que rechazan el pacto social con desigualdad, es momento que las élites asuman su rol histórico como lo describía José Carlos Mariátegui de clase dirigente y no contentarse con operar como clase dominante.
Debemos terminar con la fantasía económica de ser eficientes solo en la macroeconomía y se siga con la ineficacia de sectores importantes que el Estado no hace funcionar. Debemos entender que los derechos sociales no se pueden abolir y que tarde o temprano deberá existir la justicia económica que pasa por rechazar el principio de seguir creciendo económicamente y no saber gastar el dinero público para mejorar la vida de la gente en educación, salud, agua y saneamiento, conectividad, etc. Siempre se privilegia crecer, pero nunca gastar, priorizar el modelo, la economía, la confianza en la inversión. Sin embargo, hemos tenido uno de los más bajos ratios de presión tributaria de Latinoamérica que ha impedido el gasto público en lo que demanda la mayoría de la población peruana, es decir, adecuada infraestructura y servicios públicos: agua, luz, salud, educación, conectividad, etc.
• El 2021 es importante porque cumplimos el Bicentenario de nuestra independencia y no nos deben negar el grito de ¡Somos libres, seámoslo siempre! en nuestra patria aproximándonos a mas equidad a mas justicia social a mas unión, en esta tarea están las nuevas generaciones de jóvenes que así lo han expresado libremente: sí a la democracia con derechos sociales. (Por:
Salomón Lerner Ghitis – Otra Mirada.pe)
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