Chiclayo en Línea.- Jesús es crucificado como rey, nos refiere Lc 23,35-43. A diferencia del imperio romano y de los imperios de este mundo, su reino no es de dominio ni de opresión.
“Yo soy rey, para esto he nacido, para esto he venido al mundo, para dar testimonio de la verdad. Quien está de parte de la verdad escucha mi voz” (Jn 18,37).Es testigo de la verdad. Ha sido crucificado por la verdad. Su vida fue un constante servicio y amor a los pobres.
Esto nos enseñó a sus discípulos: “El que quiera ser el primero, que se haga el último y servidor de todos. Aprendan de mí, que no he venido a ser servido, sino a servir y a dar la vida como rescate por muchos” (Mc 10,44-45). Consecuente con su palabra, nos enseña a ser coherentes como creyentes.
El reino de Dios se construye dando la vida por los demás, por los crucificados de este mundo. ¡El amor de Juanita por los ancianos y ancianas abandonados! Comparte el pan, y les da a Jesús. Acoge e integra al pobre anciano excluido.¡Los jóvenes se unen con la música en el festival de solidaridad: ¡Tú no estás solo!, con esos fondos ayudan al hogar de niños.
Cuando el equipo de laicos voluntarios,danalegría, alivian los dolores de los enfermos terminales. Allí está el reino de la compasión y la misericordia.
Cuando las hermanas, religiosas, religiosos y laicos llegan a los lugares más excluidos donde el Estado no llega, se acercan como Jesús para educar, dar salud con la misericordia de Jesús, hacen realidad el reino de vida.
Cuando la Pastoral carcelaria, se acerca al interno y a la interna para su rehabilitación e reintegración a la sociedad, allí está el reino de justicia.
Cuando las hermanas del hogar de la Paz, cuidan de las enfermas, migrantes y les dan el alimento, cuidan con amor, allí están como Jesús al lado de las excluidas construyendo el reino de la paz.
Cuando en diferentes campos de la educación especial, parroquias, centros de salud, aun cuando esos crucificados son insultados como Jesús, allí está naciendo una vida nueva.
Cuando el crucificado es insultado, por quien corre su misma suerte, nos vuelve a decir: Amen a quienes los insultan, no se cansen de hacer el bien. Den la vida gratuitamente, porque gratuitamente han recibido la gracia de Dios.
Los reinos de este mundo han pasado y pasarán porque se basan en el poder del dinero, la violencia, la prepotencia de la guerra, el irrespeto a los derechos humanos, son reinos de muerte. El reino de Cristo no pasa.Su reino es vida,amor, compasión y ternura para todos aquellos que abren su corazón a Dios, buscandovivir con Cristo y con sus hermanos.
“Él es la imagen de Dios invisible, primogénito de toda criatura; porque por medio de él fueron creadas todas las cosas: celestes y terrestres, visibles e invisibles” (Col. 1,15-17). Jesús es la cabeza de esta Iglesia (Col 1,18) a la que pertenecemos como una sola familia. De nosotros depende que la creación sea nueva, porque hemos sido liberados por la sangre de Cristo. Nos amó hasta el extremo para enseñarnos a amar, a ser solidarios. Al finalizar este año litúrgico: Jesús nos invita a reflexionar en nuestra vida personal y comunitaria: ¿servimos con amor y misericordia, o queremos ser servidos? (Por Fray Héctor Herrera, o.p.)
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