Chiclayo en Línea.- Hoy diversas autoridades representativas de la región Lambayeque se sumaron a la Marcha Contra la Trata de Personas, que selló con un acta de compromiso de estos participantes como una manera de combatir este problema social.
Uno de los asistentes destacados en la marcha fue el obispo de la Diócesis de Chiclayo, monseñor Robert Francis Prevost, junto con autoridades representativas de la región Lambayeque.
Desde las 10:00 am, servidores públicos, escolares, universitarios y representantes de organizaciones católicas se movilizaron por las principales calles de Chiclayo, buscando de esta manera sensibilizar a la población, especialmente a los jóvenes, para evitar ser captados por mafias de trata de personas.
La movilización fue promovida por el Obispado de Chiclayo, Cáritas y la Conferencia Episcopal Peruana, a fin de denunciar este comercio ilegal de personas con propósitos de esclavitud reproductiva, explotación sexual, trabajos forzados, extracción de órganos, o cualquier forma moderna de esclavitud.
Monseñor Robert Francis Prevost dijo que esta iniciativa nació del deseo de la Iglesia Católica de unirse con todas las instituciones y autoridades de la región Lambayeque para despertar en todos una actitud nueva que reconozca la importancia del tema de la trata de personas, buscando alternativas para defender la dignidad humana y luchar contra la esclavitud que existe en medio de la sociedad.
Fue enfático al señalar que la Iglesia Católica en Lambayeque y en el resto del país proseguirá con esta lucha contra la trata de personas. “Es un día histórico en Chiclayo, donde se ha registrado una participación muy grande de distintas instituciones como entidades del Estado que han tomado parte en esta iniciativa que me alegra y da esperanza para el futuro”, enfatizó.
Dijo que la mayor incidencia de víctimas de trata de personas en el país son mujeres y menores de edad, quienes son obligadas a prostituirse bajo amenaza o son sometidas a trabajos forzados en fábricas, en el campo o en minas. También son captadas en la calle, obligadas a transportar droga o incluso a promover el tráfico de órganos.
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